Según los estudios científicos, la felicidad tiene cierta carga genética. Es decir; dependiendo del grado de felicidad de nuestros padres, nosotros tenderemos hacer unas personas felices o infelices.
Sin embargo, dicha predisposición genética se puede corregir a través de nuestra vida, cultivando valores como el AMOR.
Lo que es claro, NO se puede cimentar la felicidad en los bienes materiales o el dinero ya que solo producen una felicidad momentánea.
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